Bienvenido al ateneo del terror
prepárate,
aquí no hay diversión
solo
paredes negras alrededor
y ratas
lamiendo restos de licor.
No
cierres los ojos, pon atención
escuchas
pasos, suenan cadenas
son los
demonios en tus venas
cortando
tus piernas con fila cierra.
El miedo
en esta noche de confusión
para los
muertos salgan a devorar
carne,
viseras, cerebros y voluntad
con
el olor a éter que hace alucinar.
Afuera
está, en medio de la obsesión
el cementerio
uniendo las calaveras
entre
gusanos, fornicando con pastillas
esperando
masacrar el aliento en pavor.
Si
intentas negado escapar sin inhalación
el diablo
con grandes cuernos aparecerá
y espeso
humo soplará, para cruel degollar
tu tez
hasta que se pudra la pus en ansiedad.
Hay
desgarrados gritos moviendo la aprensión
de
espectros inyectando llagas y cicatrices
al sedar
el sanguinario mundo de estupefacientes
porque se
encuentra la salida, solo con la muerte.
