No
descuides tus armas de mujer
con un
toque del cáncer puedes correr.
Contempla
tu sensibilidad en admiración
los
arrobos surgen desde tu corazón.
Sé la
nodriza de tu propio nido sensual
con
apasionadas caricias tiñe la libertad.
Lecho y
cobijo maternal amantan abrigo
protegen como manjar el aliento de tu niño.
Si los
años te feminizan más sabia
respeta la
curva coqueta de tu gracia.
Poder
erógeno es el placer en la comba
pon tus
palmas para evitar ciruelas amargas.
Hállate
perfecta cambiando las hormonas
y seducción
tendrás en cada delicada forma.
Apiádate, hermosa, de tus senos
y nunca
verás sarcomas de lamentos.