EL VALOR DE LOS INDESTRUCTIBLES


Niños, abuelos, hombres, mujeres, pobres, acaudalados; todos nacemos con sueños y queremos convertirlos en realidad.

El ocaso de los sueños muere cuando se iluminan con el amanecer de nuestras metas; brindándonos el motor para cada día abrir los ojos y perseguirlas.

Construyamos pasos firmes y seguros en esta guerra siendo conscientes que la derrota es nuestra mejor aliada; sabiendo cómo superarla y cómo ganarla.

Destruyamos los pensamientos inservibles de conformidad; es el momento de buscar, explorar y desear nuevos horizontes.

Aumentemos nuestro legendario entrenamiento en hacer sueños realidad.

No habrá grandes murallas en nuestro camino; porque la autoestima aplacara los inconvenientes e imprevistos.

Valorar nuestras capacidades de luchadores será la mortal arma para derrotar la desolación, el dolor, las dudas, el miedo, las discapacidades…

Llorar nuestros fracasos nos fortalecerá y con el tiempo descansaremos en la sabiduría de las pequeñas caídas.
Nuestro destino es el progreso y la felicidad; no habrá batallas perdidas porque en el corazón llevamos la cantidad necesaria de valentía.

Somos guerreros llenos de valor.
 

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